La fábula del padre y sus dos hijas.
Un padre tenía dos hijas. Una casó con un campesino y la otra con un fabricante de ladrillos. Al cabo de un tiempo fue a visitar a la casada con el campesino, y le preguntó sobre su situación.
Ella dijo: -Todo está de maravilla conmigo, pero sí tengo un deseo especial: que llueva todos los días con abundancia para que así las plantas tengan siempre suficiente agua.
Pocos días después visitó a su otra hija, también preguntándole sobre su estado.
Y ella le dijo: -No tengo quejas, solamente un deseo especial: que los días se mantengan secos, sin lluvia, con sol brillante, para que así los ladrillos sequen y endurezcan muy bien.
El padre meditó: si una desea lluvia, y la otra tiempo seco, ¿a cual de las dos le adjunto mis deseos?
No trates nunca de complacer y quedar bien con todo el mundo. Te será imposible.
Lo mismo sucede con nuestra tesis para obtener el grado de maestros en ciencias. Cada investigador, cada profesor, cada compañero e incluso personas que no tienen idea o nociones sobre el tema nos dan su opinión. Si intentamos complacerlos a todos nunca terminaremos la investigación.
Lo mejor es dejarnos asesorar por una persona docta en el tema y seguir sus consejos.
0 comentarios